Pocos hubieran apostado por que Marcelo estuviera en la senda del gran Roberto Carlos hace tan sólo un par de años. Pero la progresión del lateral del Real Madrid no admite dudas. Tanto que hasta sus promedios goleadores en Liga están cada vez más cerca de los de su gran referente.
Para muchos, Roberto Carlos es, tras Di Stéfano, el extranjero más determinante en la historia del Real Madrid. No puede ser de otra forma si, además de su extraordinario talento físico y técnico, se echa un vistazo a sus números: 517 partidos oficiales, repartidos en once temporadas, en los que, pese a su condición de 'defensa' -en realidad, era un extremo que partía de la posición de '3'- anotó 69 goles vestido de blanco. Una sana costumbre que ha mantenido en todos los equipos de su dilatada carrera, incluido el exótico Anzhí en el que comparte aventura junto a Samuel Eto'o.
En Liga, Roberto Carlos anotó 48 goles en 370 partidos, de los que 368 los jugó como titular. En total, 32.548 minutos, para un promedio de un gol cada 678 minutos. O cada siete partidos, más o menos.
Marcelo, que llegó al Madrid en el mercado de invierno de 2007 -a mediados de la última temporada de Roberto Carlos- comparte credo futbolístico con su compatriota. Él insiste en que es lateral, pero se trata básicamente de la reivindicación de un punto de partida. Como su antecesor, sabe que si juega más arriba pierde capacidad de sorpresa, aunque lo ha hecho en ocasiones, cuando Mourinho ha querido un centro del campo con más capacidad de posesión.
Al igual que Roberto Carlos, Marcelo ha enterrado las críticas sobre su capacidad defensiva a base de despliegue ofensivo. Aunque sus trayectorias no han sido similares. El heredero tardó tres temporadas en disfrutar del cartel de indiscutible del que, desde el principio, gozó el original. En las dos primeras, Marcelo ni siquiera consiguió anotar. Se estrenó en 2008, y su último gol llegó en La Romareda. Suma 12 en Liga, repartidos en 10.157 minutos. Marca cada 846 minutos, o nueve partidos.
A nivel ofensivo, su mejor temporada fue la pasada, con cinco dianas. Pero las condimentó con siete asistencias, una cifra al nivel de su tope, las nueve del curso 2009-10. Un parámetro en el que ya ha igualado a su maestro, que logró la misma cifra en 2002. Sus nueve goles -cifra que Roberto Carlos alcanzó en 2001 y 2004- son el próximo reto de Marcelo.
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