"Deberían enseñarlo en las escuelas".

El partido tenía más noticias malas que buenas para el Real Madrid hasta el minuto 24, cuando Ramos cortó un balón en el lateral de su área y se lo cedió con velocidad a Mesut Özil. El alemán avanzó con cuatro toques rápidos y se la pasó a Cristiano Ronaldo. Desde ese momento cada uno de los Cuatro Fantásticos dio un toque a la pelota, en una espectacular combinación que terminó dentro de la portería del Ajax.

Kaká le tiró una pared a Cristiano, que se la pasó con velocidad de nuevo a Özil por el centro. El 10 blanco vio el desmarque de Benzema por la banda derecha y le metió un pase en profundidad. El galo escuchó el grito de Ronaldo, que desde el área pequeña fusiló a Vermeer. Un golazo, 13 segundos de fútbol de manual y un golpe tremendo para los de Frank de Boer, que a partir de ese momento no levantaron cabeza.

Es la primera vez que marcan en el mismo partido los tres fichajes galácticos del presidente Florentino Pérez en su segundo mandato al frente del Real Madrid. Kaká, Cristiano Ronaldo y Benzema no habían coincidido nunca como goleadores.

Pero no sólo eso, también coincidieron como asistentes. En el primer tanto fue Benzema el que habilitó al 7 madridista. En el segundo, Ronaldo da el último pase antes de que Kaká consiga batir de nuevo al guardameta del Ajax. Y en el tercero es Kaká, —que realizó un encuentro soberbio— el que dio el pase de gol a Karim Benzema, que poco después tuvo que marcharse lesionado.

“Es un contragolpe que se debería enseñar en las escuelas. Ha sido precioso”, aseguró Emilio Butragueño nada más terminar el encuentro.

El Bernabéu reaccionó con entusiasmo al espectáculo ofrecido por los jugadores con una prolongada ovación que reconocía a los Cuatro Fantásticos su jugada para la historia. Fueron 13 segundos, 11 toques y un golazo.

No se pudo ver la celebración de José Mourinho, que al estar sancionado vio el partido oculto dentro del Bernabéu, pero se trata de un gol que lleva a la práctica el estilo de fútbol que el técnico de Setúbal viene trabajando en los dos últimos años: juego directo, vertical, de pases rápidos y velocidad. Pocos toques de balón, para que la defensa no tenga tiempo de reaccionar y balones al área pequeña, donde es difícil fallar los goles. Seguro que lo celebró con pasión.