Tres en goles en cinco partidos oficiales son una cifra más que respetable. Son los números de Benzema en este inicio de temporada, pero Karim es mucho más. El francés es un delantero total, un ariete que ocupa todo el frente de ataque y que no se limita al área. Su capacidad asocitativa está al alcance de muy pocos delanteros en Europa y Mourinho sabe cómo explotarlo.
Benzema es capaz de caer a ambas bandas --volvió loco a Alves cuando se colocó en la izquierda en la vuelta de la Supercopa-- y ofrecer recursos diferentes al ataque del Madrid. Ante del Dinamo de Zagreb completó 22 pases correctos, sólo uno menos que Mesut Özil y los mismos que Cristiano Ronaldo, el absoluto protagonista de la ofensiva blanca. No vio puerta porque se topó con el larguero en la primera parte, pero aun así fue uno de los mejores.
Pocos delanteros pueden presumir de quedarse a cero en un partido y de salir tan bien parados. Ocurrió también en Zaragoza, así que no es casualidad. El Bernabéu disfruta ahora de un Benzema entregado a la causa, de un luchador incansable y del primer 'defensa'. Presiona como el que más y es el que inicia el entramado defensivo de los de Mourinho yendo arriba a buscar al rival.
No descubrimos nada si decimos que Benzema es uno de los niño bonitos dentro del club. En la zona noble del Bernabéu están recogiendo los frutos de haber apostado por él. Sabían cuando lo fichaban que no contrataban a un jugador para un año o dos. Karim ha acabado explotando y los altos dirigentes están encantados con su rendimiento, porque era precisamente lo que esperaban de él. "Ahora entiende el fútbol como lo entiendo yo", dijo Mou de él. Y es que cuando Karim lo entiende, lo entiende de maravilla.
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