Hasta que no se ha visto a Rudy Fernández con la camiseta blanca del Real Madrid, no se han hecho una idea exacta los aficionados blancos de lo que supone tener a este jugador en sus filas.
“Si no lo veo, no lo creo”. Tirando de refranero popular, muchos aficionados blancos habrán respirado definitivamente al ver al flamante campeón del Eurobasket, Rudy Fernández, con la camiseta blanca. El jugador mallorquín ha sido presentado junto a Carroll y Pocius.
Todo está listo, y tras algunos años de navegación por el desierto, el Real Madrid vuelve a tener un ídolo al que aferrarse dentro y fuera de la cancha, y eso si cabe, es dos veces importante. Por un lado dentro de la cancha. A estas alturas de la película poco o nada se puede decir de Rudy. Un jugador que lleva en la élite desde que debuto. Buen triplista, atleta nato, luchador, hombre de equipo… sus años en la NBA le han dado un plus que le hacen ser un jugador determinante en el baloncesto internacional. Además, hay que recordar que el nuevo jugador merengue ya sabe lo que es estar en ACB, por lo que la adaptación será muy sencilla.
Por otro lado, el Real Madrid necesitaba un aliciente fuera de la cancha. Bien es cierto que Llull ha conectado mucho con los aficionados, pero no terminaba de enganchar a nivel publicitario y de marketing. Por ello, Rudy Fernández añade ese plus de “deporte social” del que un club no puede prescindir.
El Real Madrid cuenta en su sección de baloncesto con un jugador de esos que parecen solo existir en el fútbol, y que los que ya hay están en la NBA. Rudy conjuga la imagen mediática con la calidad de una estrella. Además, es un jugador comprometido, buena persona y cuya ambición por ganar no se acaba.
Ahora habrá que resolver los “problemas” contractuales con Dallas Mavericks y ver cuánto tiempo se quedará en la capital española deleitando a todos los aficionados del Real Madrid.
Todo está listo, y tras algunos años de navegación por el desierto, el Real Madrid vuelve a tener un ídolo al que aferrarse dentro y fuera de la cancha, y eso si cabe, es dos veces importante. Por un lado dentro de la cancha. A estas alturas de la película poco o nada se puede decir de Rudy. Un jugador que lleva en la élite desde que debuto. Buen triplista, atleta nato, luchador, hombre de equipo… sus años en la NBA le han dado un plus que le hacen ser un jugador determinante en el baloncesto internacional. Además, hay que recordar que el nuevo jugador merengue ya sabe lo que es estar en ACB, por lo que la adaptación será muy sencilla.
Por otro lado, el Real Madrid necesitaba un aliciente fuera de la cancha. Bien es cierto que Llull ha conectado mucho con los aficionados, pero no terminaba de enganchar a nivel publicitario y de marketing. Por ello, Rudy Fernández añade ese plus de “deporte social” del que un club no puede prescindir.
El Real Madrid cuenta en su sección de baloncesto con un jugador de esos que parecen solo existir en el fútbol, y que los que ya hay están en la NBA. Rudy conjuga la imagen mediática con la calidad de una estrella. Además, es un jugador comprometido, buena persona y cuya ambición por ganar no se acaba.
Ahora habrá que resolver los “problemas” contractuales con Dallas Mavericks y ver cuánto tiempo se quedará en la capital española deleitando a todos los aficionados del Real Madrid.
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