Terminada la temporada comienza el período de fichajes. Y no sólo en Primera División, sino también en categorías inferiores y, como no podía ser de otra manera, también en los equipos filiales. Como es el caso del Real Madrid Castilla, que esta temporada se quedó a las puertas del ascenso a Segunda División, y parece decidido a ponerlo todo sobre la mesa para intentarlo de nuevo en la próxima campaña.
Tal y como ya publicó Goal.com, la intención de los técnicos y dirigentes del filial es que se mantenga la base del equipo y se refuercen algunas posiciones clave para así poder dar ese salto necesario que le aúpe hasta la división de plata del fútbol español. Son muchos los equipos que se están interesando por algunos de los jugadores más talentosos del Castilla, sin embargo desde el club blanco no quieren reducir este equipo a tan sólo una plataforma de lanzamiento de jugadores. Sino que entienden que quien salga debe hacerlo con unas garantías de que puede crecer futbolísticamente además de que puede reportar beneficios al club a la larga, y quien no cumpla esas condiciones no saldrá si con ello se debilita al equipo.
Así pues, se desconfía de la fórmula de cesiones para sus jugadores estrella como Sarabia, Morata, Juan Carlos, o Juanfran. La opción válida sería la de un traspaso con opción de recompra. Y es que se entiende que si un club de primer nivel está interesado de verdad en uno de estos jugadores, no le importaría pagar por él acogiéndose a un traspaso y no únicamente a una cesión.
Esta fórmula ya fue utilizada en el verano pasado con algunos de los jugadores con más proyección. Es el caso de Mosquera, traspasado al Getafe con opción de recompra, Marcos Alonso, por el que el Bolton pagó casi tres millones de euros, y de Rodrigo, por el que el Benfica pagó seis millones de euros aunque luego lo cediera al Bolton. Y parece que este año en materia de traspasos los caminos serán paralelos, si no idénticos.
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