24 de mayo de 2014. A simple vista parece
una fecha común, un día como otro cualquiera. Un día en el que algunos trabajan,
disfrutan de la familia, de los amigos…
Para la Comunidad de Madrid es un día
especial, ya que dos equipos madrileños, grandes rivales futbolísticamente, se
enfrentarán en la final de la Champions por primera vez en la historia del
fútbol.
El Real Madrid se prepara para una gran
lucha en la que tiene que salir al campo a darlo todo, darlo todo y dejarse la
piel para lograr el objetivo de conseguir el título que llevan anhelando: la
Décima.
“La Novena” última Champions que ganó el
Real Madrid en el año 2002, fue uno de los momentos más importantes y mágicos
que cualquier madridista podría soñar. Se vivió con mucha emoción la victoria
conseguida por el equipo blanco entre la afición merengue.
Desde aquel año, el Real Madrid ha
intentado volver a colocar en su palmarés otra “Orejona”, pero hasta día de hoy
no lo ha conseguido.
Muchos han sido los partidos, muchas han
sido las lágrimas de dolor y rabia derramadas por los madridistas. Pero esto no
acaba aquí. Todo sacrificio tiene su recompensa. En esta temporada 2013-2014,
han conseguido llegar a la final a base de trabajo, derrotando a las “bestias
negras” que se han cruzado por su camino.
Porque todo el que cae, se levanta. Aunque
quede el reto más difícil de la vida de cada jugador que habrá sobre el terreno
de juego, se dejarán cuerpo y alma para conquistar la ansiada “Décima”.
Difícil pero no imposible. Los jugadores
deben dar el 100% durante todo el partido y dejarse el alma sobre el campo.
Todos juntos, lo conseguiremos. Porque en
el terreno de juego habrá 11 jugadores del Real Madrid pero en las gradas y en
otras partes del mundo, estará el jugador número 12, la afición. Porque caer
está permitido pero levantarse es obligatorio.
¡Los vikingos quieren conquistar Lisboa!
¡Juntos podemos!
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