domingo, 21 de octubre de 2012
86-88: El Real Madrid vence tras remontar 12 puntos en tres minutos.
Carroll, con seis triples, 26 puntos y 22 de valoración, y Rudy, que anotó la canasta de la victoria, fueron los hombres más destacados en el complicado triunfo frente al CB Canarias C. T.
Costó más de lo esperado, pero el Real Madrid logró una victoria in extremis en Tenerife. Triunfo importante, a pesar de las dificultades, ya que le permite seguir invicto en esta Liga Endesa, y le mantiene como líder de la clasificación. Monumental Carroll, que con la muñeca afinada, anotó seis triples y 26 puntos. Final de infarto y demostración de que el Madrid es que cada vez más adicto a las remontadas: en poco menos de tres minutos dio la vuelta a un 82-70. La última canasta también la tuvo Rudy y esta vez sí la metió. Asistido por Rodríguez, el mallorquín se encargó de poner el 86-88. Victoria que vale el liderato.
Entumecidos, con tres vuelos en tres días, cientos de kilómetros y una diferencia de grados entre un partido y otro a tener en cuenta. Pero sin excusas. El Real Madrid, que llegó cabizbajo a Tenerife tras haber acariciado una victoria complicada en Moscú, salió bien a la cancha. Parecía recompuesto y dispuesto a todo. Facilidad en ataque y defensa los primeros minutos (9-14), que no serían más que un espejismo. El CB Canarias, ansioso por pelearle el triunfo a los blancos, quiso meter miedo y lo hizo de la mano Rost y Bivià. El equipo de Martínez hizo un parcial de 12-0 que le situaba con una ventaja cómoda que los blancos no pudieron recortar al término del primer cuarto, cuando los fallos en defensa y la poca actividad dejaron el electrónico 23-16.
Tras tomarse unos segundos y escuchar a Laso, las cosas tomaron otro tinte. Begic anotó con facilidad seis puntos seguidos y Reyes comenzó a insuflar intensidad bajo los aros y a aportar en anotación. El dominio del rebote, a estas alturas los blancos llevaban el doble que los canarios (22 por 10), permitió a los blancos desarrollar mejor su juego, aunque hubo jugadores que siguieron haciendo daño, como el ex canterano madridista Richiotti, que con 9 puntos era el máximo anotador de su equipo. Un parcial de 3-14 en los primeros compases del periodo ponía al Madrid con una ventaja de siete puntos en el marcador, la misma con la que los de Laso se irían al descanso: 36-43. Un Begic correcto en los primeros momentos, un Reyes que nunca defrauda y que se fue al descanso con 6 puntos y 6 rebotes y dos triples de Carroll eran los artífices de dar la vuelta al marcador. Un mate marca de la casa de Rudy, que le ponía con 8 puntos, ponía el toque de espectáculo.
Tras el descanso, los blancos entraron otra vez en terreno pantanoso. Un ritmo farragoso, unos primeros minutos sin anotar, volvían a hacer que los locales vieran luz y posibilidades. Saúl Blanco haciendo daño en estos minutos, bien acompañado de Sekulic, conseguía dar la vuelta al electrónico. Los blancos, enredados e incapaces de atravesar la defensa de los locales, comenzarían pronto a entrar en ebullición. Serían Carroll desde el perímetro (tres triples, 11 puntos), y Draper, que se esforzaba por cambiar el ritmo y por bregar en defensa y que culminó el cuarto con un triplazo sobre la bocina para enmarcar, los que darían la vuelta a un marcador que no paraba de fluctuar y que no terminaba de decantarse. Al final, 58-61.
Con todo por decidir, los blancos llegaron al último periodo desentonados. Un triple de Carroll, que ya llevaba cuatro, no lograría desconcentrar a los de de Martínez de sus objetivos. Rost seguía haciendo daño y Saúl Blanco y Guillén más. Un mejor dominio del rebote de los locales, que conseguían maquillar la estadística de la primera parte, una mala defensa del Madrid y un atasco ofensivo que dejaron un parcial de 14-1 ponían a los canarios 10 arriba. Pero el Madrid, demasiado herido ya en su orgullo, sacó fuerzas de flaqueza y gracias a dos triples seguidos de Rudy y al imparable Carroll, que seguía cosiendo al rival desde el perímetro, consiguió volver. De hecho no necesitó más que tres minutos para la resurrección. Cuando faltaban 180 segundos para que acabará el partido, el CB Canarias iba 12 arriba. Y es ahí cuando los de Laso obraron el milagro y le dieron la vuelta al marcador. Al finalizar, frenetismo y casi infarto: un triple de Carroll a falta de 28 segundos volvía a poner las tablas en el marcador. Y el triunfo llegaba de la mano de Rudy, que asistido por el Chacho, que agotó la posesión, logró que la bola se fuera dentro. Al final, 86-88. E invictos.
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