El segundo técnico del Real Madrid recordó la eliminatoria que disputó contra el Galatasaray en 2001: “Esperemos que se repita lo bien que salió hace 12 años, que haya ese ambiente y que el resultado que llevemos sea el mejor posible”
Aitor Karanka repasó para Realmadrid TV y Realmadrid.com la eliminatoria que disputó en 2001 como jugador del Real Madrid ante el Galatasaray en los cuartos de final de la Champions League. El segundo técnico madridista, que fue titular en los dos encuentros, destacó el ambiente que rodea a este tipo de choques: “Cuando llega la Champions, en un vestuario como el del Real Madrid, el jugador que está ahí dentro sabe que éste partido es especial, diferente para la gente y para el propio futbolista”.
Karanka analizó las claves del encuentro de ida y las virtudes de las dos escuadras: “Ya lo dije cuando supimos el rival. Todos sabemos que tienen jugadores de mucho potencial, sus contras y la capacidad arriba, y como nos confiemos van a ser peligrosos. Si se caracterizan por algo es por la intensidad que meten. Y tú tienes que salir como mínimo con la misma intensidad. Luego, a calidad, está claro que tenemos grandísimos jugadores, se está demostrando, y esperemos que eso decante la balanza para nosotros”.
El Galatasaray es el líder de la Liga turca y un equipo con muchos jugadores capaces de desequilibrar. “Son partidos complicados. Arriba tienen a Drogba, a Yilmaz, que es peligroso a la contra, a Hamit (Altintop) con sus disparos, Sneijder… Son buenos jugadores y no nos podemos confiar lo más mínimo. Lo importante es, como siempre en los partidos de c"No nos podemos confiar lo más mínimo porque el Galatasaray tiene buenos jugadores"asa en la Champions, no encajar goles y con la capacidad que nosotros tenemos seguro que lo vamos a hacer”, reconoció. El Santiago Bernabéu acogerá el partido de ida de esta eliminatoria, en la que el segundo técnico madridista espera que el público se vuelque una vez más con el equipo y que se repita el resultado vivido en el único precedente: 3-0. “Ya son cuartos de final de la Champions, primero en casa, y son partidos especiales para la gente por el ambiente que hay. Esperemos que se repita lo que bien que salió hace 12 años aquí, que haya ese ambiente y que el resultado que llevemos allí sea el mejor posible”.
Real Madrid y Galatasaray se vuelven a ver las caras de nuevo en los cuartos de final de la máxima competición continental. Karanka destacó las similitudes de las dos eliminatorias: “El primer partido en el Bernabéu va a ser diferente. Ellos son un equipo que lo da todo. Los jugadores turcos siempre se han caracterizado, al igual que sus aficionados, por darlo todo en cada minuto y en cada balón que se juega. Lo pudimos comprobar aquel año allí, que nos dieron la vuelta al partido. Ese afán de superación y que no hay que darles nunca por vencidos es con lo que más cuidado hay que tener”.
Karanka reconoció que algunos futbolistas de aquella época como Jardel le recuerdan a futbolistas de la actual plantilla: “Era un delantero referencia total, le conocíamos del Oporto, y ahora tienen a Drogba. Son jugadores que por arriba son espectaculares y que para su equipo son una gran referencia. En aquella época eran jugadores de vuelta como Jardel, Popescu o Hagi, que tenían mucha experiencia. Nos habían ganado la Supercopa de Europa en Mónaco y ya íbamos avisados. Vas más alerta porque habías sufrido en tus carnes que eran capaces de ganarte”. "Sabíamos que el partido allí iba a ser bonito pero no imaginábamos que, una hora y cuarto antes de empezar, el vestuario casi temblaba con la gente saltando"El conjunto blanco, a diferencia de este caso, disputó la ida a domicilio y cayó 3-2: “Lo que más recuerdo es el ambiente que había en el estadio. Todos sabíamos que iba a ser bonito pero lo que no imaginábamos es que una hora y cuarto antes de empezar el partido, cuando estábamos en el vestuario, aquello casi temblaba con la gente saltando. Pero nada más empezar el encuentro el equipo estuvo francamente bien y se amoldó a aquellas condiciones con mucha personalidad. Nos pusimos 0-2, pero tras el descanso quizás sí que pesó ese estadio con el apoyo del público y tal vez por relajación nuestra le dieron la vuelta al partido. En el primer tiempo te mirabas y podías haber jugado una hora porque tenías el partido completamente controlado. Y 25 minutos después estás deseando que acabe porque no había manera de pararlos. En Madrid se vio pronto que éramos superiores”.
En el Bernabéu, Karanka y el resto del equipo venció por un claro 3-0, marcando todos los goles en poco más de 30 minutos. “Nos volvió a pasar lo mismo que allí. Si en la ida en el inicio del partido teníamos en mente la Supercopa de Europa, aquí teníamos en la cabeza lo que nos pasó en la segunda mitad del primer partido. Sabíamos que no podíamos regalar nada, que era la vuelta y no podíamos fallar en el Bernabéu y tuvimos la suerte de meter los tres goles rápido”.
No tardaron en adelantarse los madridistas en el marcador. Tan sólo necesitaron nueve minutos. Nuevo robo de balón en la medular, que Özil convirtió en oro. Su precisa asistencia fue aprovechada por Cristiano Ronaldo para batir a Muslera con una vaselina tan efectiva como bonita. El portugués volvía a demostrar su idilio con la competición y se erigía en el máximo goleador de la Champions League. El comienzo no podía ser más prometedor y la sensación que estaba dando el Real Madrid sobre el césped hacía indicar que no se conformaba con este tanto inicial.
Pese a tener el marcador a su favor, el dominio de los locales era abrumador. De hecho, y en una fulgurante contra, un disparo de Özil obligó a lucirse a Muslera en el 18’. Daba la sensación de que el segundo tanto no tardaría en llegar. Y así fue un minuto antes de que se cumpliera la primera media hora de juego. Centro de Essien desde la derecha, que se paseó por el área, y Benzema, más listo que nadie, bajó el esférico y definió a la perfección. No pudo dar más réditos la primera mitad, salvo la amarilla que vio Nonkeu y que le hará perderse la vuelta por acumulación (Burak Yilmaz tampoco la jugará por el mismo motivo). La afición afrontaba el descanso con una grata sensación tanto por el juego como por el resultado y los futbolistas blancos con la intención de ampliar la renta, pero con la premisa de que, con este resultado, era importante terminar imbatidos.
Higuaín certificó una valiosa goleada para la vuelta
El resultado obligó al Galatasaray a salir mucho más ofensivo en la reanudación y el Real Madrid se encontraba cómodo en el papel de esperar y sorprender con el posiblemente mejor contragolpe del mundo. Así pudo llegar el tercero, pero Muslera atrapó el disparo de Ronaldo desde la frontal en el 58’. Mucho más clara fue la ocasión que tuvo Di María cuatro minutos después. Su disparo, desde el punto de penalti, se marchó manso a las manos del portero visitante, pese a que la gran asistencia previa de Xabi Alonso mereció mejor final.
Mourinho dio entrada a Higuaín por Benzema en el 65’. No pudo estar más acertado el técnico portugués. No en vano, siete minutos después el argentino anotó el tercero. Falta que sacó Xabi Alonso y el internacional albiceleste llevó el esférico a la red con la cabeza. Marcaban los tres delanteros del conjunto blanco que saltaron al césped y los blancos conseguían una excelente renta para la vuelta. Pese a todo, su caudal ofensivo no se había secado y Ronaldo estuvo cerca de hacer el cuarto con un prodigioso remate de chilena que se estrelló en el cuerpo de Eboué. Modric sustituyó a Özil en el 80’ y el alemán se retiró ovacionado. Al igual que el resto de sus compañeros al finalizar el choque. Motivos había para ello. Tres goles a favor y ninguno en contra para encarar la vuelta, en la que no estarán ni Xabi Alonso ni Ramos por acumulación de tarjetas.
